viernes, 4 de marzo de 2016

Un ángel en un parque

Pobres los ángeles urgentes que nunca llegan a salvarnos
Silvio Rodríguez-Cita con ángeles

Hoy ha muerto otro ángel en Madrid:
la cara contra el barro
las alas cercenadas sobre el pecho desnudo
el brazo perforado de mundos negros

Piadosas mujeres lo están velando ahora
sobre un altar de escombros y colillas quemadas
mientras hombres sin rostro derrumban panteones
y montones de basura escoltan el cortejo

Hace tiempo que Madrid es la noche sin cielo
de los ángeles tristes perfumados de ciénaga
descienden, circulares, sobre la piel del río
o caen, desmoronados, a las vías del metro
cadáveres alados desgarrando el asfalto
En caballos de acero policías insomnes
los buscan incansables con las tizas en ristre
probándoles rostros de betún calcinados

Buscando una respuesta que no dicen
preguntan a los muertos, incansables,
y los ángeles, mudos, putrefactos
los miran desde el fondo vaciado
de sus ojos de madera carcomida
Se han llevado a la nada su secreto
y responden escupiendo plata líquida
o sangrando aguijones de amianto

Hoy ha muerto otro ángel en Madrid
otro ángel sin familia ni amigos ni pasado
un ángel callejero caído del infinito
que una mano furiosa expulsó del paraíso
a golpe de bellota y ríos de aluminio
un ángel que yo vi, anoche, moribundo
eterno, hermoso, alegre, con lágrimas de cieno
caído sobre un banco pidiéndome un cigarro
una palabra, acaso, un  gesto, un universo
una chispa minúscula que lo salvase del polvo
y yo, como los hombres, le di la espalda, ingrato
aterrado de no estar a la altura de sus alas

Hoy ha muerto otro ángel en Madrid
pero ¿De qué murió este ángel?
talvez murió de odio
talvez fue de rencor
o quizás de un grito de mares negros
de un empacho de hombres o un tropel de caballos
pero no. Escuchadme
las costras de su pecho lo delatan:
lo mató la indiferencia.

A.S.V.